Thelma Fardin, presentó el libro “El arte de no callar”, en el salón de Eventos del Naútico, con una nutrida concurrencia, en el marco de las actividades de las semana contra la violencia de género, con el colectivo de mujeres y disidencias Más mujeres, Más derechos. A partir de la denuncia que Thelma realizó acompañada del colectivo Actrices Argentinas, se abrieron cientos de mujeres a contar situaciones de abuso, se animaron a romper el silencio, y comenzaron a contar sus historias. El texto enlaza su experiencia personal contando todo el recorrido que tiene una denuncia por abuso. Su historia relata la situación que atraviesan muchas víctimas.
“El libro salió 1 de mayo, y desde ahí se convirtió en una posibilidad de generar un diálogo con todas aquellas personas, que de alguna manera se acercaban a mí, y aún no se acercan y sigo sin dar abasto, entonces el libro buscaba hablar de una manera más personal, con ese público o mejor dicho con todas esas personas que se sintieron identificadas para tener un diálogo de alguna manera conmigo”. Además contó que el libro surge, en un momento histórico en que en la calle se ha avanzado en la democratización de la palabra, y consideró que el libro puede ser una herramienta no sólo para aquellas personas que han sufrido una situación de abuso, sino que también puede ser un material para todo el entorno, ya sea familiar, amigos o quién pueda acompañar a las víctimas, “En mi casa yo me siento privilegiada, porque tengo un entorno que me contiene y lo que pasó con la sociedad en relación a mi, y en este camino de escuchar a la gente me resulta sanador, incluso más sanador que lo que el sistema propone como sanación, que es el camino de la justicia que termina siendo mucha más revictimizante que sanador”.
Por otro lado, relata que no imaginó el alcance que tendría el caso y en el lugar en que quedó ella, que de alguna manera representaba con esa historia a las miles de miles de historias de abuso que sufren las mujeres. La motivó a nutrirse del conocimiento de otras mujeres que venían trabajando con el tema de género, además de que el libro fue una buena excusa para recorrer el país y conocer otras realidades, “salir de la microburbuja; a veces creemos que la realidad Argentina es lo que pasa en Capital, y agradezco que salgamos a difundir, porque yo no podría por mis propios medios estar recorriendo el país, y sin embargo la herramienta del libro y la necesidad que tenemos como sociedad de hablar de estos temas, cada provincia, cada lugar tiene su particularidad”.
Y concluyó que es preciso que escuchemos, que dejemos de sentenciar y juzgar porque muchas veces cuando hablamos desde el desconocimiento o la falta de empatía, quizás a nuestro alrededor hay una víctima que está callando.