Un total de 19.612 personas entre alumnos, docentes y no docentes de instituciones educativas públicas y privadas de Ushuaia, participaron en los simulacros de prevención sísmica y fue el último operativo de estas características que se realizó durante 2019. Según lo expresan en sus redes Defensa Civil de Ushuaia “En conjunto con diferentes instituciones llevamos adelante el Simulacro General de Evacuación en todas las instituciones educativas. El objetivo fue brindar conocimientos de las medidas de seguridad que se deben tomar en caso de que ocurra un hecho que requiera llevar adelante una evacuación de los establecimientos. Todas las acciones fueron coordinadas por el Centro de Monitoreo desde Defensa Civil”. 

Esta acción es una práctica periódica por las características geológicas de la zona, sabemos que estamos muy cerca del sistema de fallas Magallanes-Fagnano. Los riesgos están vinculados a la densidad de población, al tipo de construcciones y a otros factores socio-económicos. Según María Romina Onorato, investigadora del CONICET, para la revista La Lupa, “en la Isla Grande de Tierra del Fuego existen registros de sismicidad histórica, instrumental y también registros sedimentológicos (estructuras de licuación) de eventos sísmicos de magnitud mayor a 5,5 en la escala de Richter”. El informe describe que existen registros de al menos 11 sismos de magnitud mayor a 5,5 desde 1879. “Éstos resultan de especial interés, ya que son los que pueden provocar daños en la población. Desde 1879 han sido documentados por viajeros que se encontraban en diferentes partes del territorio fueguino y que consignaron el momento en sus diarios. En los diferentes relatos encontramos la mención de caída y rotura de botellas, frascos y demás efectos de vidrio, loza o cerámica depositados en alacenas y estanterías. Hay numerosos relatos de sismos percibidos a centenares de kilómetros, en distintas partes de la Isla, incluso en sectores de la costa atlántica como la bahía San Sebastián y el cabo Espíritu Santo”, expresa Onorato. Cabe recordar que uno de los sismos más importantes que afectó la Isla Grande de Tierra del Fuego fue el que ocurrió el 17 de diciembre de 1949. Fue uno de los más importantes en el extremo austral de Chile y el más potente terremoto registrado en el sur de Argentina. Además agrega la investigadora que “En algunos relatos se menciona que el sismo del 17 de diciembre de 1949, provocó hundimientos en la costa del lago Khami/Fagnano y generó una barrera de grava en su margen este que cerró una laguna de hundimiento formada por olas de origen sísmico o seiches. En general, es muy probable la ocurrencia de fenómenos de licuación de suelos como resultado de estos eventos sísmicos, principalmente en la zona de turbales y en planicies costeras fangosas, consideradas actualmente áreas muy susceptibles a este tipo de procesos. La licuación de suelos genera una deformación en la estructura original de los sedimentos originando “sismitas”: estructuras de deformación sedimentaria situadas en áreas donde se ha registrado histórica o instrumentalmente actividad sísmica, y se sigue registrando en el presente”

Por lo tanto, contar con información sismológica de la región resulta fundamental para poder abordar la vulnerabilidad ante estos eventos naturales, y disminuir los riesgos.

 

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