El múltiple femicida Ricardo Barreda murió a los 83 años en un geriátrico del partido bonaerense de José C. Paz y su muerte se produjo por “causas naturales”, a diferencia de sus víctimas Gladys McDonald (57 años), Elena Arreche (86), y sus dos hijas, Cecilia (26) y Adriana (24), que murieron asesinadas a escopetazos en su casa de La Plata el 15 de noviembre de 1992.
Barreda fue condenado a prisión perpetua 1995. El múltiple femicida primero negó la acusación del cuádruple crimen e intentó hacer pasar el hecho como un robo a su casa, pero finalmente confesó, y fue condenado a reclusión perpetua por triple homicidio calificado y un homicidio simple. En su momento la figura de Barreda el cuádruple crimen, fue motivo de chistes e incluso por cierto sector retrógrada y misógino, considerado como un ídolo. Como sociedad hemos avanzado a tipificar el crimen sistemático y fundado por el odio hacia las mujeres, como femicidio pero no queda mucho por recorrer mientras continúen muriendo mujeres cada 23 horas.
En diciembre de ese año se le concedió a Barreda la libertad condicional y en mayo de 2016 se declaró “extinguida la pena impuesta” y se hicieron “cesar las accesorias legales impuestas”.