En el actual escenario medioambiental, los humedales adquieren una especial relevancia y juegan un papel decisivo para la conservación del planeta. El término humedales abarca una gama de hábitats con presencia acuífera, permanente o intermitente. Según el investigador del CONICET Adonis Giorgi, “Los humedales son ecosistemas que cumplen varias funciones y brindan varios servicios ecosistémicos. Entre ellos, la regulación de inundaciones, crecidas y sequías; el aporte de oxígeno a la atmósfera, la captación de dióxido de carbono, el mantenimiento de áreas de nidificación, refugio y de traslado de fauna y flora silvestre, el mantenimiento de biodiversidad, la generación de procesos como la autodepuración de aguas y el interés como áreas turísticas y recreativas”.
Hablamos con el Ing. en Recursos Hídricos y profesor de la Universidad de Tierra del Fuego, Rodolfo Iturraspe, y nos contó acerca de la importancia de este recurso para el planeta y para la provincia. El académico consideró que la comunidad ha reconocido mundialmente la importancia de los humedales, desde La Convención sobre los Humedales de la ciudad iraní de Ramsar, un tratado intergubernamental cuya misión es “la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales y nacionales y gracias a la cooperación internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo”, a la que se sumaron los países de la región como Argentina y Brasil.
Iturraspe explicó que “Los humedales cumplen funciones muy diversas en las cuestiones ambientales, sociales y en los diversos ecosistemas. Permiten la biodiversidad, en muchos ambientes, incluso aquellos que no son húmedos. Uno puede hablar de humedales propiamente como lo son por ejemplo los Esteros del Iberá donde hay agua por todas partes y no hay un déficit hídrico, pero los tenemos también donde el agua escasea, como por ejemplo en Mendoza que tiene ambientes áridos. En Tierra del Fuego, nuestra provincia, tenemos en la zona sur un ambiente más bien húmedo y en la zona norte un ambiente en el que hay déficit hídrico”.
Los humedales son elementos reguladores del sistema del escurrimiento y tienen esa capacidad de retener agua y de capturar el dióxido de carbono.
Los humedales característicos en Tierra del Fuego, ya sea por su fuerte presencia así como también porque no se dan en otros lugares del país, son las turberas, que tienen una gran capacidad de retener agua. El ingeniero hídrico explicó que “los humedales son un reservorio y es así como tenemos el agua disponible en la superficie de nuestra provincia, pero es importante observar la relación con el medio social, ya que normalmente hay una intervención fuerte del ser humano sobre los humedales, por ejemplo lo podemos ver muy claramente en los humedales urbanos, los que están en el ámbito periurbano. Nosotros hemos realizado un estudio en el que vimos una reducción muy grande de los humedales en el ambiente periurbano de Río Grande. Estos humedales tipo vegas húmedas y lagunas tienen una serie de funciones muy importantes, y generalmente hay una avance de la urbanización sobre esos humedales que directamente genera que dejen de cumplir esa función. El humedal no es un medio confortable para la urbanización porque nos encontramos con que tenemos las napas altas y los asentamientos humanos. Tampoco el ambiente y asentamiento urbano destruye muchas veces a los humedales. Muchas veces estos espacios son ocupados por asentamientos precarios o informales y esto agrava la situación. Por otra parte también hay turberas que son drenada para poder dedicar este sector a la agricultura, o terminan siendo receptáculos de vertidos o deshechos ciudadanos, de contaminación, de basura. Por ello es importante tener una política clara para preservar, no digo de tomarlos como algo prístino, intocables, sino que haya una política racional e inteligente”.
El tema es muy complejo y hay que actuar en forma inteligente, tener en cuenta el valor de los humedales. Iturraspe resalta el trabajo que se viene impulsando, y manifiesta que es de suma importancia ejercer un control adecuado, también de la actividad extractivista, que regula su extracción con la ley de Minería. Recuerda que hace un tiempo se podía extraer en cualquier sitio. Sin embargo, considera que “hemos avanzado en la última década justamente en la valorización de los humedales, es decir cada vez hay más gente que está preocupada por ellos, hay un reclamo muy fuerte que vimos que se viene haciendo desde la sociedad y diferentes estamentos para llegar al estatus de área protegida de la península Mitre”. A su vez considera que “tenemos que seguir trabajando en brindar mucha información a la comunidad de manera de que sea la comunidad la principal protagonista en esta cuestión de conservación, no solo de las ONG y de algunos especialistas que podamos estar metidos en el tema, cada uno tiene su rol pero lo importante es lograr que todas las escuelas tengan cada vez mayor difusión y conocimiento, y donde y cuando aparezcan irregularidades, será la comunidad entera que se manifieste y tenga la voz que lleve a la conservación”.
Es fundamental poner un límite a la degradación que sufren los humedales y definir qué actividades se pueden hacer en esos ambientes, que regulen de desarrollos urbanos, agropecuarios, industriales y vuelcos de desechos en humedales y áreas adyacentes, que se desarrolle la comunidad en armonía con el entorno que tiene un gran valor para todos y las futuras generaciones.
