El 15 de marzo pasado, el Gobierno nacional ordenó la suspensión de clases para evitar la propagación del coronavirus en todos los establecimientos escolares de nivel inicial, primario y secundario, tanto público como privado. La educación a distancia forzada que realizan desde hace poco más de un mes unos 14 millones de estudiantes, sus familias y miles de docentes a raíz de la pandemia del coronavirus, pone de manifiesto las desigualdades que plantea la segunda brecha digital y la necesidad de formular estrategias a futuro en la que puedan coexistir la clases on line con las presenciales, advirtieron especialistas.
Para asegurar la continuidad pedagógica de los alumnos, dispuso el uso de la tecnología para impartir clases on line, un proceso inédito ya que, de acuerdo a la Ley de Educación Nacional vigente desde el 2007, no se podían impartir a alumnos menores de 18 años.
“Estamos en un momento que demanda que busquemos nuevos caminos, la escuela es irremplazable igual que el maestro, pero cuando se vuelva a las clases presenciales hay que evaluar cómo ha sido todo este proceso y analizar los 14 años de educación obligatoria”, dijo el ministro de Educación, Nicolás Trotta.
También remarcó que “el contexto social que atraviesa el país complejiza el proceso de educación a distancia” y manifestó la necesidad de tener la certeza de cuándo volverán los alumnos a las aulas para, a partir de allí, elaborar estrategias sobre los distintos escenarios que se plantean.
Plataforma Seguimos Educando
Mientras tanto, el gobierno lanzó la plataforma Seguimos Educando, que cuenta con navegación gratuita y donde muchos docentes se basan para impartir sus clases al igual que los siete millones de cuadernillos para primaria y secundaria distribuidos en todo el país y las 14 horas diarias de radio y televisión.
Desde el sector docente, aseguran que no se baja una línea clara sobre cómo actuar en esta contingencia, muchos directores los “presionan” para evaluar a los alumnos y los maestros aseguran no saber con qué criterio realizar esas pruebas.
La Unesco lanzó una gran coalición por la educación por el momento que atraviesan los sistemas educativos en el mundo ante esta pandemia.
Según los datos del organismo, más de 1.500 millones de niños, niñas y jóvenes no pueden asistir a la escuela, lo que supone más del 90% de la población estudiantil del mundo.