El cambio climático es un tema que preocupa y afecta a grandes poblaciones. Quizás en Tierra del Fuego no hemos experimentado episodios tan extremos, pero sí, hay algo que podría suceder en un futuro cercano y es que ciertos alimentos sean cada vez más difíciles de conseguir o que su costo los convierta en productos a los que solo unos pocos puedan acceder. Dado que las regiones donde se producen sufren estaciones con sequía o inundaciones que afectan a la agricultura.

Esta situación representa grandes pérdidas económicas para los productores, por lo cual terminan abandonado el cultivo para dedicarse a otras actividades, reduciendo así la oferta de alimentos que son los favoritos de muchos.

¿Conocemos cuáles son?

Para muchas personas es fundamental arrancar el día con una taza de café para despabilarse antes de ir a trabajar, o para disfrutar mientras ven por la ventana un paisaje nevado, o compartir una charla, pero lamentablemente este es uno de los alimentos que más está sufriendo por el aumento de las temperaturas en las regiones donde están sus plantaciones. Según una publicación de Rainforest Alliance, “estas condiciones más cálidas han causado que un hongo, llamado roya (roya de la hoja), se propague como un incendio forestal. Dado que en América Central y el sur de México, cuatro millones de personas dependen del café para sus ingresos, la epidemia de la roya relacionada con el clima es un desastre con consecuencias mucho peores que dejarnos aturdidos a los consumidores”. Si bien el caso del roya, ha afectado en particular a América Latina, el cambio climático también está arruinando el cultivo de café en otros lugares. En las regiones de África que son propicias para el cultivo del café, pronostican un incremento de las temperaturas, lo afectaría a más de un 65% de los productores.

Puede que no esté catalogado como un alimento esencial, pero el chocolate es un producto que brinda un bienestar como pocos. En nuestra provincia hay varias chocolaterías que tienen propuestas exquisitas, que disfrutan turistas y locales. Pero el cambio climático y la implementación de técnicas agrícolas que agotan los suelos, han provocado una crisis en la producción de cacao. Además, las estaciones secas cada vez más largas, sumado a la aparición de nuevas plagas y enfermedades, han reducido no solo los rendimientos sino también la calidad. Según un informe del Instituto de Genómica Innovadora de la Universidad de California, en Estados Unidos, “el cambio climático reducirá significativamente la cantidad de tierra apta para cultivar cacao en las próximas décadas”, pero como es un negocio muy rentable los mismos investigadores que han estudiado las amenazas del chocolate se encuentran trabajando en una tecnología para modificar el ADN de las plantas de cacao y volverlas más resistentes a las condiciones extremas. Esto no resulta muy alentador ya que la intervención en los productos terminan modificando el sabor original y las propiedades beneficiosas de los alimentos naturales ¡Así que a comer chocolate mientras se pueda!

Nos toca hablar del , si bien en la Argentina por supuesto la bebida por excelencia es la yerba mate, cuyo  origen se remonta a los orígenes de las comunidades guaraníes, el té es una bebida milenaria que se desarrolla en la industria del bienestar, cuyos beneficios naturales le han otorgado popularidad y adeptos. Pero como cultivo, el té es muy sensible a los cambios en el clima, de acuerdo con un informe de 2018 elaborado por La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), solo se puede producir en condiciones agroecológicas muy definidas, lo que es una forma elegante de decir que solo se puede cultivar en muy pocos lugares, y todas esas regiones están considerando los graves impactos del cambio climático en el futuro cercano. La ONG Rainforest Alliance está trabajando con los productores de todo el mundo. Por ejemplo en Sri Lanka utilizan métodos que protegen el suelo, el agua y los trabajadores de la exposición a pesticidas peligrosos. El resultado final es un mayor rendimiento de los cultivos y, por lo tanto, una menor necesidad de expandir las tierras de cultivo hacia la selva virgen cercana.

La banana es sumamente popular y la podemos consumir de diferentes maneras ya sea como postre, en licuados, como sustituto del huevo en la repostería vegana. Incluso su fama ha trascendido la industria alimenticia y  hasta las han vestido con pijamas en su versión de dibujos infantiles. Tiene valores nutricionales que aportan potasio recomendable luego de una jornada fitness, además de calcio. Pero este también es un producto que se verá afectado por calentamiento global, si bien las temperaturas más altas son buenas para los cultivos de esta fruta, no son para el agua, que se necesita para cultivar cualquier alimento. Además este tipo de clima es muy propicio para el desarrollo de plagas y enfermedades que pueden acabar con los campos de bananeros. Según Rainforest Alliance, la alternativa es trabajar con productores que utilicen métodos sostenibles que atiendan a la biodiversidad  y que puedan brindar productos que tengan calidad y que no afecten al medioambiente.

Hoy en día la palta se ha convertido en un producto costoso, comerse un rico guacamole con amigos es un lujazo, y conseguir una buena fruta en esta zona fría no es tan sencillo.Pero este  es un alimento, que además de sabroso, tiene un valor nutricional que aporta ácidos grasos Omega-3.

El tema es que el consumo global de palta o aguacate como la conocen en otros países está en aumento. Su cultivo requiere que las condiciones ambientales no sean extremas por lo tanto las sequías y las olas de calor han afectado su producción. Además la gran demanda genera que sea un negocio muy rentable y muchos productores para poder aumentar las áreas de cultivo están deforestando regiones enteras, lo cual implica un deterioro del  ecosistema. De acuerdo a información oficial brindada por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), cada año se pierden entre 600 y 1.000 hectáreas de bosque por el desdén codicioso de los agricultores. La Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente de México, el mayor productor de esta fruta, apuntó que según estimaciones públicas los cultivos ilegales de palta superan las 20.000 hectáreas. Así que este es otro de los alimentos que nos deleitan pero que si no hay acciones concretas y conjuntas de los gobiernos de todas las naciones para abordar con seriedad el problema del cambio climático, no las podremos seguir disfrutando.

Y todo esto sucede mientras el mundo orbita alrededor del sol a 107 mil kilometros por hora, MiraVox!

Artículo anteriorY le tocó al billete de $5
Artículo siguienteEsperando las Paso

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí