Las personas que se dicen electrosensibles, afirman que los campos magnéticos generados por los teléfonos móviles, el wifi y otras tecnologías modernas las están enfermando gravemente. Fatiga, dolor, jaquecas, mareo, sensación de quemadura, espasmos, náusea y palpitaciones, pueden ser algunos de los síntomas que experimentan los que dicen sufrir de electrosensibilidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que la electrosensibilidad, también conocida como electrohipersensibilidad (HSE), no es un diagnóstico médico.
No obstante, con la llegada de la tecnología móvil superrápida 5G, las preocupaciones para las personas que se identifican como tales son cada vez mayores.
En Reino Unido, donde la conexión 5G ha empezado a difundirse por todo el país. se conoció el caso de Velma, quien dice padecer de electrosensibilidad desde hace 15 años.
Hace 18 meses abandonó su casa en Londres para vivir en el campo y escapar de las señales.
Le empezó el dolor de cabeza y temió que se debiera a la agorafobia (fobia a las muchedumbres). Empezó a mencionárselo a otras personas que le hablaron de la electrosensibilidad, también conocida como hipersensibilidad electromagnética (HSE).
No hay bases científicas para vincular la HSE a la exposición a campos electromagnéticos. Pero los síntomas son muy reales y, cualesquiera que sean las causas, la salud de quienes los padecen se ve bastante resentida.
Pero Velma insiste en que son los campos electromagnéticos generados por los teléfonos móviles,el wifi y otra tecnología los que la enferman.
“Siento dolores punzantes en la cabeza y que me paran el corazón”.
También le causan tinnitus —un zumbido constante en los oídos— un taladrar, dice, “como tener una licuadora cerca, muy cerca, de la cabeza”.
Los campos electromagnéticos generados por teléfonos móviles, WiFi y otras tecnologías la enferman, por lo cual decidió irse de la ciudad.
En Reino Unido hay aproximadamente 35.000 torres de telefonía. Además de las iglesias, se pueden encontrar en los tejados de los edificios residenciales y de oficinas, o en las aceras..
La agencia estatal de Reino Unido para la salud (Public Health England), asegura haber medido la exposición electromagnética y que se cumple con los lineamientos.
Pero, para Velma, eso no es suficiente.
“Te puede enloquecer. ¿Te imaginas lo que es tener esa licuadora cerca de tu cabeza todo el tiempo? Es una tortura”.
La OMS no recomienda ningún tratamiento específico para estos casos.
“El tratamiento debería enfocarse en los síntomas y el cuadro clínico, y no en las necesidades percibidas por la persona para reducir o eliminar fuerzas electromagnéticas”, dice en su sitio web.
Hay gobiernos que reconocen los síntomas de la exposición a los campos electromagnéticos que nos rodean. El gobierno de Suecia le ha estado dando ayuda financiera a los que padecen el HSE desde los años 90.
En 2015, un tribunal en Francia le otorgó a una mujer una pensión por discapacidad por sus síntomas de HSE.
En Reino Unido, hace dos años, Velma recibió un pago personal independiente, conocido como PIP, equivalente a una pensión por discapacidad.
Tuvo que pasar por el calvario de renovar la pensión, pero le fue otorgada por cinco años más, específicamente por sufrir de electrosensibilidad.
“Es muy importante que lo reconozcan. No sólo por mí, sino por muchas otras personas electrosensibles”.

FuenteBBC
Artículo anteriorNieve de color rojo en algunas zonas de la Antártida
Artículo siguienteConvocatoria para integrar el Consejo asesor Observatorio de la Cuestión Malvinas en la Provincia

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí