Las políticas económicas de Nación que ya venían castigando con menos coparticipación a las provincias, sumado a una inflación que diluye la recaudación provincial, complican sus finanzas. Además, las caía de las actividades regionales y el enfriamiento de la economía ponen en alerta a los mandatarios y sus equipos económicos para afrontar los números negativos.
También se pone el foco, en que un proceso inflacionario descontrolado, aumenta los costos y retrae la recaudación fiscal. Ante este escenario, también se abre la discusión respecto a los compromisos salariales y la posibilidad de revisar las paritarias de los empleados públicos.
Según un reciente informe de la consultora Economía & Regiones publicado por Ámbito.com, en junio el incremento interanual de la recaudación de las provincias fue de 38,5%, muy lejos del 55,8% que mostró la inflación interanual relevada por el Indec.
Por otra parte, muchas provincias contrajeron deudas en dólares. En particular, en Tierra del Fuego, la mandataria Rosana Bertone, fue cuestionada en las últimas semanas por generar un endeudamiento por U$S 200 millones, que según funcionarios oficiales sería destinados a obra pública, sin embargo es un compromiso en una moneda extranjera que no tiene un techo y está sujeto a los vaivenes de una economía muy convulsionada, por lo tanto el incremento del 23% golpea fuerte a los fueguinos.
Aunque la escalada del dólar pos-PASO pudo beneficiar a algunas provincias hidrocarburíferas, por el incremento en el cobro de regalías dolarizadas, la mayoría de las variables que determinan la estabilidad de una gestión, fueron afectadas negativamente de cara al último tramo del año.