Los efectos del cambio climático están cada vez más presentes en nuestro entorno. El nivel del mar aumentó unos 15 cm durante el siglo XX, y está subiendo dos o tres veces más rápido, lo que afectaría a unas 300 millones de personas para 2050 en todo el mundo. A su vez, los picos más altos del mundo, que van desde los Andes hasta los Alpes y los trópicos, están siendo afectados y estos impactos están cayendo en cascada en algunas de las áreas más densamente pobladas de la Tierra.

Un estudio publicado en Nature Communications asegura que, a partir de 2050, si no se toman medidas de contención de agua se inundarán cada año zonas costeras en las que ahora viven 300 millones de personas. Aseguran que “impulsado por el cambio climático, el nivel medio del mar aumentó 11–16 cm en el siglo XX . Incluso con recortes agudos e inmediatos a las emisiones de carbono, podría aumentar otros 0,5 m este siglo. En escenarios de emisiones más altas, el aumento del siglo XXI puede acercarse o, en los extremos, superar los 2 m en el caso de inestabilidad de la capa de hielo antártico de inicio temprano” detalla el informe. En nuestra región, las zonas que están amenazadas son: las costas de Chubut, alrededor de Rawson, su capital; Río Gallegos, en Santa Cruz o Río Grande, en Tierra del Fuego. “En Río Gallegos la amenaza se cierne sobre las marismas, especialmente porque se ha construido en zonas aledañas”, sostiene Federico Isla, coautor del reporte para Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) y director del Instituto de Geología de Costas y del Cuaternario, de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

A su vez, científicos especializados se reunieron la semana pasada en la “Cumbre de Alta Montaña” de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en Ginebra e hicieron un llamado a una mejor cooperación entre gobiernos, investigadores y agencias espaciales. La reunión convocó a 150 expertos para evaluar glaciares, nieve y permahielo – se deciden los recursos de agua para más o menos la mitad de la población mundial -y hallar áreas en las que se pueden tomar medidas rápidas. “La aceleración del derretimiento de los glaciares, el hielo y la capa de nieve es quizás el signo más visible del cambio climático. Ha habido un impulso en el derretimiento de 31 glaciares principales, especialmente durante las últimas dos décadas”, asegura en un comunicado el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.

Las regiones montañosas cubren aproximadamente una cuarta parte de la superficie terrestre de la Tierra y albergan alrededor de 1.100 millones de personas. A menudo se les conoce como las “torres de agua del mundo” porque las cuencas de los ríos con cabeceras en las montañas suministran agua dulce a más de la mitad de la humanidad. La criósfera de montaña, glaciares, nieve y permafrost es cada vez más vulnerable a los efectos del aumento constante de las temperaturas globales, amenazando la seguridad alimentaria, el suministro de agua dulce y el transporte fluvial.

Respecto al crecimiento del nivel del mar, los científicos especializados en el tema del informe de Nature Communications, advierten que, de concretarse las estimaciones, las comunidades costeras de todo el mundo deben prepararse para futuros mucho más difíciles de lo que se puede anticipar actualmente. Para ello se debe prever la redistribución de la densidad de población. “Se necesita con urgencia más investigación sobre el modelado a escala global del momento, la ubicación y la intensidad de las respuestas migratorias al aumento de las inundaciones costeras para minimizar el daño humano potencial causado por tales amenazas”.

 

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