Un 9 de enero nacía Simone de Beauvoir, pensadora y novelista francesa, representante del movimiento existencialista ateo. Sus escritos son un gran aporte para movimiento feminista que a lo largo de la historia ha tenido referentes fundamentales luchado por la reivindicación de los derechos de la mujer. En  su trayectoria tuvo que lidiar con el sesgo machista, como cuando publicó en 1949, El Segundo Sexo un libro que fue un escándalo, pero contribuiría  a transformar las sociedades occidentales y hacer un balance del camino recorrido hacia la igualdad entre los sexos y evaluar las asignaturas aún pendientes.

Estudió en la Sorbona y en 1929 conoció a Jean-Paul Sartre, que se convirtió en su compañero durante el resto de su vida, aunque el vínculo entre ellos también estuvo por fuera de la relaciones tradicionales monogámicas y hetosexuales. Incluso, su primera novela fue La invitada, de 1943, donde narraba las aventuras amorosas de un trío, y exponía sus teorías existencialistas sobre la libertad, la acción y la responsabilidad.

Desde feminismo existencialista de Simone de Beauvoir, el ser humano no es una esencia fija, sino “existencia”, es decir “proyecto”, “trascendencia”, “autonomía”, “libertad”. Por lo tanto, limitar a un individuo las posibilidades de proyectar su vida según lo entienda por el hecho de pertenecer al “segundo sexo”, al sexo femenino, es dominación, es injusticia. En esta idea fundamental de El Segundo Sexo, que es hoy asumida por millones de personas que no han leído esta obra ni han oído hablar de ella. Sus principios han sido incorporados a las políticas de igualdad, a los estudios feministas y de género de centros universitarios de vanguardia.

Sus abundantes títulos testimoniales y autobiográficos incluyen Memorias de una joven formal (1958), La plenitud de la vida (1960), La fuerza de las cosas (1963), Una muerte muy dulce (1964), La vejez (1968), Final de cuentas (1972) y La ceremonia del adiós (1981).

De Beauvoir reflexionó a lo largo de su vida que la mujer es libre de elegir el camino mediante el cual constituirá su vida, pero a su vez tiene que cuestionar “las estupideces de este último siglo”, para convertirse en mujeres a través de la construcción de referentes que se orienten al desarrollo de una vida digna.

FuenteMujeres en Red
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