El Ultraderechista Presidente de Brasil Jair Messias Bolsonaro, se expresó ante medios de comunicación brasileños sobre la elección de Alberto Fernández, “Lo lamento, no tengo una bola de cristal pero, yo personalmente creo que Argentina ha elegido mal. Primero Fernández apoyó a Lula Libre y había dicho que fue preso injustamente. Ahora mismo ustedes han visto todo lo que ha hecho la izquierda allá. No pretendo felicitarlo. Elijo esperar un tiempo para ver la posición que él vaya a asumir”. De esta manera no sólo mostró el desprecio por la institucionalidad, sino también por todos y todas aquellas personas que eligieron al futuro presidente.
En la misma línea que su padre, el diputado brasileño Eduardo Bolsonaro a través de su cuenta de Twitter, replicó un tweet para burlarse de Estanislao Fernández por una foto como drag queen y cosplayer: comparó una imagen suya sosteniendo un arma de guerra con una del joven argentino vestido de Pikachu, uno de los personajes de la serie animada japonesa Pokemón.
OBS: isso não é um meme. https://t.co/UEXqSgn6mc
— Eduardo Bolsonaro🇧🇷 (@BolsonaroSP) October 29, 2019
“OBS (observación): esto no es un meme”, ironizó el tercer hijo del mandatario brasileño, que además de ser legislador es abogado y escribano de la Policía Federal del vecino país.
Jair Bolsonaro es conocido por su discurso del odio y su vocabulario abiertamente homófobo, misógino y racista. Su frases han trascendido y son muy cuestionadas y repudiadas en Brasil y en el resto del mundo. Cabe destacar, algunas como, “Los homosexuales lo son por consumo de drogas, solo una pequeña parte lo es por defecto de fábrica”, también comentó que,”Sería incapaz de amar a un hijo homosexual. No voy a responder como un hipócrita, ante eso, prefiero que un hijo mío muera en un accidente”. Respecto a las mujeres ha tenido comentarios que resumen cuál es su posición sobre la violencia de género, “Ella no merece ser violada, porque ella es muy mala, porque ella es muy fea, no es de mi gusto, jamás la violaría”. También habló del rol de los gobiernos dictatoriales, “El error de la dictadura fue torturar y no matar”. En concordancia con este pensamiento le respondió a la ex presidenta de Chile Michelle Bachelet, luego de que la ex mandataria aseguró que en Brasil hubo “una reducción del espacio democrático”, Bolsonaro le respondió diciendo que ella defendía “los derechos humanos de los vagabundos” y le señaló, “Señora Michelle Bachelet: Si no fuera por el personal de (Augusto) Pinochet, que derrotó a la izquierda en 1973, entre ellos a su padre, hoy Chile sería una Cuba”. Ya en el en 2015, en un programa de televisión, había asegurado que “Pinochet hizo lo que tenía que hacer…Tenía que actuar de forma violenta para recuperar a su país”.
El discurso del odio que maneja Bolsonaro, cosecha seguidores y es muy peligroso, muchas veces se ampara en la libertad de expresión, una libertad que no es absoluta y está limitada cuando colisiona con otros derechos como la igualdad, el derecho al honor o la dignidad de la persona.
La Organización de las Naciones Unidas lanzó este año un Plan de Acción contra el llamado discurso del odio, “profundizar el entendimiento de las Naciones Unidas sobre el impacto insidioso de las expresiones de odio y cómo pueden abordarlo de manera más efectiva en su trabajo”, expresó António Guterres durante una reunión informal con los Estados Miembros.
“El discurso del odio es en sí mismo un ataque a la tolerancia, la inclusión, la diversidad y la esencia misma de nuestras normas y principios de derechos humanos. En general, socava la cohesión social, erosiona los valores compartidos y puede sentar las bases de la violencia, haciendo retroceder la causa de la paz, la estabilidad, el desarrollo sostenible y el cumplimiento de los derechos humanos para todos”, aseguró el titular de la ONU, pidiendo el apoyo de los países para implementar la Estrategia, así como un mayor compromiso de las empresas privadas, la sociedad civil y los medios de comunicación.
Seguramente Bolsonaro podría ser material de estudio de los organismos internacionales que intentan combatir la incitación al odio. Ya que la implicancia de sus dichos debilitan el tejido social y reproducen las conductas basadas en la intolerancia que tantas víctimas se han cobrado a lo largo de la historia de la humanidad.
