Las mujeres ganan 17% menos de ingresos por hora que los hombres en América Latina y el Caribe y pese al aumento de su participación laboral y a tener, en promedio, mayor educación que sus pares masculinos, “las brechas de género constituyen una de las formas de desigualdad injustificables hoy en día”, según el informe presentado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Este documento pone en cuestión las consecuencias más graves de los modelos económicos, que como en Argentina, están diseñados a partir de las exigencias de los organismos internacionales de crédito, y no para los trabajadores y amplios sectores de la población que están debajo de la línea de la pobreza e indigencia.
“En este documento se advierte que las diferencias de género constituyen una de las formas de desigualdad injustificables hoy en día”, indicó desde Lima (Perú), Juan Hunt, Director Regional de la OIT para América Latina y el Caribe en la presentación de un nuevo informe.
La investigación “Mujeres en el mundo del trabajo: Retos pendientes hacia una efectiva equidad en América Latina y el Caribe”, que toma el período 2012/2017, destacó la necesidad que tienen los países latinoamericanos y del Caribe de adoptar “una serie de medidas transformadoras para abordar los desafíos de políticas de empleo como aquellos factores ‘no observables’, que contribuyen a aumentar las brechas salariales de género y de oportunidades”.
También se menciona a los estereotipos como un factor donde se perciben diversos tipos de sesgos cognitivos y discriminación; además de las normas sociales, que involucran la división sexual del trabajo y la estructuras tradicionales de familia en que se asignan roles por género.
Además, es preciso tener en cuenta otros factores que contribuyen a la desigualdad entre hombre y mujeres, por ejemplo en nuestro país, el 25,3% de las mujeres se dedican al trabajo no remunerado y a las tareas de cuidado de niños y del hogar, mientras que los hombres apenas llegan al 3%. Por otra parte, las tareas que las mujeres realizan en sus hogares le insumen entre 3 y 4 horas diarias y se traduce en un aporte “invisible” de casi el 20% del PBI Nacional. Para sumar al largo listado de condiciones que propician la desigualdad, advertimos que las mujeres representan la mitad de la población, pero su tasa de empleo sigue siendo más baja que la de los varones: 43,1% para las mujeres y 66,3% para los varones, según datos de la Encuesta Permanente de Hogares de 2017.
Ante la evidencia de los datos, resulta fundamental que el gobierno nacional incluya la perspectiva de género a sus medidas económicas, incorporando también un criterio de equidad priorizando la población femenina, con personas a cargo y bajo la línea de pobreza e indigencia.
¿Sabías que, según CIPEC (Centro de implantación de Políticas para la Equidad y el Crecimiento) las mujeres trabajadoras independientes enfrentan tres grandes problemáticas? Por la feminización de las tareas domésticas y de cuidado, tienen mayores restricciones sobre el tiempo disponible, además, los sectores en los que más se pueden desarrollar suelen ser los menos rentables. Por último; enfrentan grandes condicionamientos a la hora de acceder al financiamiento para sus PyME. Mirá Vox!