El segundo y último debate presidencial se desarrolló con fuertes cruces entre el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández y el presidente Mauricio Macri quienes monopolizaron la noche. Los seis candidatos discutieron los tópicos: Empleo, Producción e Infraestructura, Federalismo, Calidad Institucional y Rol del Estado, Desarrollo Social, Ambiente y Vivienda.
El escenario fue la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y fue moderado por periodistas diferentes a los que condujeron el debate pasado. Macri y Fernández, Roberto Lavagna, Nicolás Del Caño, Juan José Gómez Centurión y José Luis Espert, alteraron la palabra y mostraron lo que pueden ofrecer al menos desde la palabra.
Respecto al tema de seguridad, Macri, cruzó a Alberto Fernández: “Ellos abandonan a las víctimas del delito, ellos alientan a los barras, destratan a nuestras fuerzas de seguridad, descuidan las fronteras, y transformaron a la Justicia en una puerta giratoria”.
“El kirchnerismo le dio gatillo fácil a los delincuentes. Y también creo que si alguien apuñala a alguien en la calle tienen que detenerlo”, afirmó en un respaldo a la denominada “doctrina Chocobar”, que alude al efectivo policial que abatió a un delincuente que había apuñalado siete veces a un turista en Retiro.
Macri también se refirió a la muerte de Santiago Maldonado y dijo que fue “un ataque a la institución muy reconocida” en la lucha contra el narcotráfico, la Gendarmería, algo que -según consideró- “no fue casualidad”.
“Por suerte no nos parecemos en nada presidente Macri”, replicó Fernández, quien abogó por una política de seguridad “con menos marketing” y con un abordaje integral desde lo social y la educación, pero remarcó que se debe profundizar el cumplimiento de las penas. Además prometió crear un consejo de seguridad.
Una de las frases más controvertidas fue la de Espert “Vamos a bajar la edad de imputabilidad a los 14 años, delito de adulto, pena de adulto”, expresó. Además, dijo que su gobierno pondría en manos de los efectivos de Seguridad la capacidad de utilizar fuerza letal contra delincuentes. Coincidió Gómez Centurión, en recuperar “el orden” y prohibir los piquetes.
Lavagna dijo que propone “ni mano dura, pero tampoco mano fofa”. Del Caño afirmó: “Nos oponemos a la baja de la imputabilidad y a la mano dura”. Además, propuso, “Proponemos la legalización de la marihuana para terminar con la persecución de muchas pibas y pibes. [Miguel] Pichetto quiere parecerse a Micky Vainilla”.
En el momento para el tópico de Empleo, Producción e Infraestructura también hubo cruces. “Dimos vuelta la energía después de la peor gestión energética de la historia”, arrancó Macri. En el turno de Alberto Fernández: “Vamos a hacer que los argentinos dejen de pagar tarifas dolarizadas que solo benefician a los amigos del Presidente”, dijo y luego insistió: “En materia energética lo que usted hizo fue llenar el bolsillo de sus amigos”. Además aclaró que “Desde que me fui, nunca un juez me citó para que dé explicaciones. No es la suerte del Presidente, que el día que deje el Gobierno, lo esperan más de 100 causas donde está siendo investigado”.
Por el lado de las propuestas de este bloque, Lavagna consideró que “una economía en marcha, en crecimiento, es lo único que va a permitir estabilizar las variables”. Gómez Centurión expresó que “el gran empleador no debe ser el Estado, debe ser la producción”. Espert, por su parte, volvió a su discurso anti sindical y enfatizó la necesidad de reformas laborales. “Las leyes laborales no han servido para mejorar la situación de los trabajadores, sólo sirvió para cobijar a la cofradía sindical”, Además consideró que “Tenemos que eliminar la indemnización de despido y reemplazarla por un subsidio de desempleo. Las empresas no van a contratar gente si corren riesgo de cerrar si despiden a un trabajador. Los impuestos al trabajo son los más altos del mundo. Vamos a eliminar los aportes personales”. Por último Del Caño, interpeló al presidente “jamás va a poder entender lo que sufre una familia trabajadora cuando se queda sin empleo. Siguen con la misma agenda de las patronales y el FMI. No pudo con la reforma laboral y ahora quieren avanzar sector por sector”.

El tercer bloque fue el momento para hablar de Calidad institucional. “El presidente Macri dijo que iba a mejorar la calidad institucional y lo primero que hizo fue designar por decreto a dos jueces de la Corte”, recordó Fernández y repasó otros intentos de Cambiemos de intervenir en cuestiones que tienen que ver con el funcionamiento de la Justicia.
“Hay que terminar con los empresarios que corrompen y con los funcionarios que se dejan corromper. Y con los empresarios que llegan al poder para hacer negocios”, declaró.
Por su parte el presidente acusó al Kirchnerismo de dejar un Estado “sin estadísticas y lleno de militantes”, afirmó que “ahora dicen que quieren libertad de prensa y a la vez fantasean con una CONADEP del periodismo”, y remató: “Son tantas las diferencias que tenemos que ellos no ven, no creen, que Maduro es un dictador”.
En tanto, Alberto lanzó: “Quisiera que el Presidente se ocupe seriamente de la calidad institucional. Los argentinos quisiéramos saber qué ocurrió con los parques eólicos, cómo fue que su hermano terminó blanqueando dinero cuando la ley se lo prohibía, qué va a hacer con el Correo”.
Lavagna consideró “esencial una nueva ley de coparticipación para evitar la discrecionalidad”. Además, dijo que “hay que aumentar el control sobre los presidentes”, y que tanto el Congreso y la Justicia recuperen funciones.
Irónico, Espert, tuvo el momento por el cual fue replicado “Muchachos abrácense, tan diferentes no son”,refiriéndose a que no eran propuestas tan diferentes.
Desarrollo social y vivienda; el tema de la
pobreza, fue un tema sensible y jugaron al blanco sobre negro para marcar la diferencia. “Gracias a Dios no nos parecemos en nada. Y en la pobreza es algo en que no me quiero parecer. Cuando termine su mandato la pobreza va a ser del 40%. Prometió pobreza 0 y mintió. La multiplicó”, le reclamó Fernández a Macri, quién replicó: “Es indignante escucharlos hablar de pobreza. No les creo nada. Gobernaron los últimos 24 años y lo único que hicieron fue ocultarla”.
Mauricio Macri aprovechó el espacio del debate para anunciar que “Quiero hablarle a las familias que tienen un crédito UVA, a partir del 1 de enero sus créditos se van a ajustar por salario y no por inflación”. Lavagna afirmó ponerse “contento” al escucharla, mientras que Fernández sostuvo que “menos mal que ahora el presidente se acuerda del tema de la vivienda”.
Para Lavagna, “los últimos dos gobiernos confundieron desarrollo social con reparto de planes” y advirtió que “Argentina corre el riesgo de acostumbrarse a la pobreza”.
Espert sostuvo que “para luchar contra la pobreza no hace falta 10 millones de medidas puntuales, hace falta crecimiento sostenido” y propuso “reformas pro mercado y una reforma laboral”, y dijo que “el sistema jubilatorio en la Argentina es una mentira, una estafa” que debe reformularse completamente.
“Décadas de planes que han fracaso. Desarrollo social debería ser lo opuesto a asistencia social. Si seguimos aplicando las mismas recetas del pasado vamos a llegar al mismo resultado”, agregó por su parte Gómez Centurión.

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